lunes, 24 de noviembre de 2008

Redención

Pareciera que la vida transcurre normal, cotidiana, sin cambios aparentes, pero eso es sólo una ilusión. Hay ocasiones que les suceden cosas a los que están a nuestro alrededor; cosas que impactan en su vida y las modifican.

Cuando uno es mero observador de esos cambios, no podemos evitar el pensar "¿y si me ocurriese a mi...?". Entonces cobramos mayor conciencia de lo efímero que es el momento presente, que nada hay seguro salvo la muerte.

Y entonces, intentamos redimirnos con los pendientes que vamos acumulando: una llamada, una visita, una sonrisa, un abrazo, un 'te quiero'... Hacerlo antes que sea demasiado tarde y ocurra algún cambio inevitable que nos lo impida.


Fernando Parrado recordó un diálogo fundamental que tuvo con su padre, que le dijo: 'Mirá para adelante, andá tras esa chica que te gustaba, tené una vida, trabajá. Yo cometí el error de no decirle a tu madre tantas cosas por estar tan ocupado'.

'Las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia. No se olviden de quien tienen al lado, porque no saben lo que va a pasar mañana.'

(Cierre de una Conferencia de Fernando Parrado,
uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia de los Andes)


A mi me tocó ser observadora este fin de semana, y estoy en proceso de redención con mis pendientes...
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~ Non sum qualis eram - No soy la que fui ~

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