Hay días que uno no debería levantarse y quedarse en cama. Para mi hoy fue uno de esos días.
No es que haya sido malo, pero la cama invitaba a seguir en ella... y llegar a la oficina para encontrarse conque no podíamos entrar a trabajar, desanima a cualquiera.
Caray! un aviso previo habría caído muy bien. Bueh... Ya mañana será un día normal.
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