«Los ancianos se han convertido en un sector de la sociedad marginado,
al igual que los inmigrantes o los pobres.»
Simon de Beauvoir. "La Vejez".
Cuando era niña, mi mamá nos motivaba a tratar con cariño y respeto a los mayores, sobre todo a los ancianos. Conforme fui creciendo, salvo algunos arranques de impaciencia típicos de la adolescencia que todo quiere abarcar, tenía un gusto y placer de mirar las manos arrugadas y encallecidas de los ancianos así como sus "hilos de plata" o "rayos de luna": sus canas. Yo me soñaba de grande con un hermoso pelo blanco-blanco (como el de mi abuela paterna), o unas bellas manos de largos dedos arrugaditos, como los de mi abuela materna.
Al terminar mi carrera leí "La vejez" de Simone de Beauvoir y me impactó profundamente, tanto que estaba por hacer mi tesis sobre los servicios de bibliotecas para ancianos, pero la vida dió tantas vueltas que lo dejé y años después hice la tesis con una amiga sobre otro tema.
Hoy en día sigo mirando a los ancianos con un cariño especial. Miro sus rostros surcados por las líneas del tiempo y me pregunto qué historias contarán cada una de ellas, cuántas alegrías, cuántas tristezas, cuántas pérdidas y sus ganancias...
Me pregunto, qué historias llegarán a contar las arrugas que pueblen mi rostro y si habrá alguien que se pregunte por lo que ellas podrían contar sobre mi...
Al terminar mi carrera leí "La vejez" de Simone de Beauvoir y me impactó profundamente, tanto que estaba por hacer mi tesis sobre los servicios de bibliotecas para ancianos, pero la vida dió tantas vueltas que lo dejé y años después hice la tesis con una amiga sobre otro tema.
Hoy en día sigo mirando a los ancianos con un cariño especial. Miro sus rostros surcados por las líneas del tiempo y me pregunto qué historias contarán cada una de ellas, cuántas alegrías, cuántas tristezas, cuántas pérdidas y sus ganancias...
Me pregunto, qué historias llegarán a contar las arrugas que pueblen mi rostro y si habrá alguien que se pregunte por lo que ellas podrían contar sobre mi...
«[Las arrugas] Tienes que dejártelas siempre - me decía,-
son las huellas del pecado, hay que mostrar el estigma de la lujuria.»
Marcela Serrano "Antigua vida mía"
son las huellas del pecado, hay que mostrar el estigma de la lujuria.»
Marcela Serrano "Antigua vida mía"
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