miércoles, 31 de octubre de 2007

Libertad (día 19)

Hay ocasiones en que las personas no se atreven a construír una relación de pareja por temor "a perder su libertad"; nosotros mismos hemos enfrentado el temor de "perder nuestra libertad" en X o Y circunstancias, pero ¿qué es la libertad?.

"La libertad no es una idea política ni un pensamiento filosófico ni un movimiento social.
La libertad es el instante mágico que media en la decisión de elegir entre dos monosílabos: sí y no".

Octavio Paz, citado en: "El Camino de la autodependencia" de Jorge Bucay.


Besos aprendices.
La mariposa voladora, aprendiendo a ejercer, defender y asumir su libertad.



* . o . O . o . *


Ésta es la reproducción de una serie consecutiva llamada "Palabras a la Carta" de Jorge Bucay.

Si desean leer los capítulos previos, aquí pueden consultar las ligas, o bien, por la etiqueta "Bucay".







Palabras a la carta
Día 1: Decisión.
Día 2: Amor.
Día 3: Amor verdadero.
Día 4: Duelos.
Día 5: Egoísmo.
Día 6: Vivir el presente.
Día 7: Disfrutar de la vida.
Día 8: Mal Humor.
Día 9: No Depender - parte I.
Día 10: No Depender - parte II.
Día 11: ¿Quién eres?.
Día 12: Miedo, parte I.
Día 13: Miedo, parte II.
Día 14: Miedo, parte III.
Día 15: Entusiasmo.


Día 16: Rebeldía.
Día 17: Actitud.
Día 18: Buen trato.
Día 19: Libertad.
Día 20:
Día 21:
Día 22:
Día 23:
Día 24:
Día 25:
Día 26:
Día 27:
Día 28:
Día 29:
Día 31:
Día 31:


A veces, después de una semana gloriosa y significativa, Marta se ponía "filosófica" como ella misma llamaba a esos estados reflexivos, que la conectaban con el sentido de las cosas y sus grandes dudas existenciales. Esta vez le había dado por cuestionarse su vida como un todo. Ella estaba contenta (de a ratos más y de a ratos menos) con lo que hacía, como vivía y con quien lo compartía, pero estas circunstancias ¿habían sido genuinamente elegidas por ella? O por el contrario ella solo se había adaptado más o menos inteligentemente a los hechos y los condicionamientos que la sociedad le había cargado. Marta no recordaba haber elegido con convicción vivir en ese barrio, ni en esa ciudad, ni en ese país y si bien era verdad que lo elegiría hoy, eso no cambiaba el hecho de que esta no fue originalmente una decisión suya. Otro tanto había sucedido con su trabajo, con su carrera y hasta con el devenir de alguna de sus parejas. Esta mañana como algunas antes, Marta sentía que en gran medida ella y casi todos los demás vivían "con el piloto automático" conectado.

Estos tiempos de reflexión eran agotadores, pero Marta sabía que no podía ni quería hacer nada para evitarlos, porque siempre terminaban dejando tras de sí cosas ya resueltas a las que no era necesario volver, por lo menos por un tiempo.

Desde hacía años la búsqueda de estímulos y de nuevos disparadores para su tarea intelectual siempre incluía al espacio virtual de Internet; cuanto más ahora que existía en su carpeta de favoritos el sitio de www.palabrasalacarta.com.

Marta sabía muy bien por donde iba su búsqueda


LIBERTAD


Si el primer paso del camino de la autodependencia es conocerse y aceptarse tal como uno es y el segundo es quererse y valorarse adecuadamente, el tercero y definitivo es concederse la libertad.

No estamos hablando del concepto infantil de la libertad como "poder hacer lo que a cada quien se le antoje" porque eso define la omnipotencia no la libertad (Me parece que a veces nos gusta confundir estos dos conceptos para poder justificar ante nosotros mismos nuestro "miedo a la libertad" como maravillosamente lo definía Fromm).

Lo cierto es que la libertad, por lo menos tal como la entendemos aquí, es una posibilidad real y deseable.

Esta libertad "tangible" de la que hablo consiste nada más (y nada menos) que en nuestra capacidad de elegir dentro de lo posible. Que quede claro: dentro de lo posible.

Esta libertad incluye la honestidad de no caratular como imposible lo que fácticamente no lo es y también el coraje de aceptar que alguna elección podría ser posible aunque yo me niegue a optar por ella, por mis principios, mis temores o mis condicionamientos.

Una libertad que nadie me puede dar si yo no me la concedo. Una libertad que empieza por los mínimos derechos que me corresponden por el solo hecho de ser persona y que para Virginia Satir son cinco.
  • La libertad de estar donde estoy y no donde otros creen que yo debería estar.
  • La libertad de pensar lo que pienso y decirlo si me apetece o callarlo si no.
  • La libertad de sentir lo que siento y no lo que a otros les parecería más apropiado que yo sienta en estas circunstancias.
  • La libertad de correr los riesgos que yo decida asumiendo plena responsabilidad sobre las consecuencias de mis elecciones.
  • La libertad de salir a buscar lo que necesito en lugar de esperar que alguien lo adivine y me lo conceda.

(Tomado de: http://www.palabrasalacarta.com/)
Pd. Aprovechando la libertad de unos días sin trabajo, pasearé por la ciudad llena de magia... "¡Ay mariposa!, tú eres el alma de los guerreros que aman y cantan...".

3 comentarios:

Horus dijo...

Hola! Tenía muchas ganas de usar el mismo software que tu para poner música en mi blog pero nomás no se dejó... en fin.

Aún sigues con frío?

Akllasisa dijo...

Hola que tal!lei muchas cosas que me dieron risa porque tambien las he pesnado y escrito,es bueno saber que no soy la unica rareza en este mundo menos estar a flote jajajajaaaa.... te dejo mi pag. http://rox-itha.blospot.com/

Akllasisa dijo...

Hola que tal!lei muchas cosas que me dieron risa porque tambien las he pesnado y escrito,es bueno saber que no soy la unica rareza en este mundo menos estar a flote jajajajaaaa.... te dejo mi pag. http://rox-itha.blospot.com/

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