miércoles, 10 de enero de 2018

2018: El regreso.

Han pasado casi 2 años desde la última vez que vine a mi jardín. La falta de inspiración, el exceso de trabajo, el no saber cómo abordar algunos temas...

Y aquí estoy, sentada frente a la computadora y con los dedos sobre el teclado, pensando en uno de muchos propósitos de año nuevo: retomar mis letras.

Así que para retomar la costumbre de escribir mis reflexiones en el blog (que por cierto, es tan diferente a escribir el en Facebook o Twitter), tomaré como inspiración algo que comencé a hacer a mediados del año pasado y que este año pretendo hacer más: andar en bicicleta.

Primero, debo aceptar que soy muy miedosa de andar en bici en esta caótica ciudad: los coches pasando rápidos a un costado, mis precarias habilidades y confianza para desplazarme en dos ruedas, me animaron a tomar un curso que reposteó uno de mis contactos en Facebook (FB para los cuates).

El curso era impartido por Polillitas Club Ciclista y estaba dividido en 2 partes: la primera era teórica en el que nos hablaron de los diferentes tipos de bicicletas, los señalamientos viales que hay en la ciudad y varios artículos importantes del Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México.

La segunda parte, la de miedo: la práctica. Ésta se llevó a cabo un domingo al finalizar el paseo ciclista. Y de 4 que habíamos tomado el curso teórico, solo yo me presenté al práctico, por lo que rodeada, acompañada y muy apoyada por el grupo que dio el curso, rodamos desde el Ángel de la Independencia hasta el Parque Hundido para comer. Y de ahí, nos fuimos hasta la avenida División del Norte en donde ellos se dirigieron a su destino y yo me fui sola casa.

Ese curso me hizo sentir más confianza para andar en la calle, con las debidas precauciones.

Para finales de julio, Polillitas Club Ciclista hicieron un taller de mecánica básica al cual me anoté y cada vez tomaba más confianza para andar en mi bici por la ciudad.

Desde entonces, procuro asistir a sus rodadas que organizan cada 15 días, y con quienes me he sentido bastante cómoda para rodar. Ahora sería bueno conocer más grupos ciclistas con los cuales  interactuar y aprender de ellos... si los días y horarios me lo llegan a permitir.

¡Feliz inicio 2018 para todos! y gracias por leer este jardín de letras.


En la foto: la primer rodada del 2018, con el pretexto de comer rosca de reyes.





~ Non sum qualis eram - No soy la que fui ~


1 comentario:

Adriana dijo...

Con qué exactitud vine a revisar mis blogs amigos. Saludos querida Mariposa

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