Tener amigos que te apoyen en momentos difíciles, además de los buenos tiempos, es una gran bendición. Y yo soy una mujer bendecida.
Mes de cerrar ciclos en el calendario. De reflexionar los aciertos y los yerros. De pensar en las personas que -por una u otra razón- ya no están con nosotros, y quiénes aún siguen a nuestro lado.
De quiénes estamos alejados y por qué, o con quienes nos hemos reencontrado. Los encuentros y las despedidas no son casualidades, lo difícil es comprender lo que aprenderemos de ello.
Asi que, solo nos queda disfrutar cada momento. Quizas seamos nosotros los ausentes en las próximas festividades...
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