Reza el dicho popular: “Cae más pronto un hablador que un cojo”… Y yo caí el día de ayer en forma metafórica.
Después de mucho pensarlo, sopesar las ventajas y ganancias, de trabajar en hacer a un lado mi actitud reacia… Ayer por primera vez me fui a correr como ejercicio extra. Desde adolescente yo evitaba ese ejercicio y a cada invitación para intentarlo solía responder que “solo los caballos corren”.
Lo que finalmente me convenció (o más bien, me auto-convencí) para comenzar es el saber que si bien tengo una resistencia a caminar y a hacer esfuerzos, mi capacidad pulmonar y respiración son un asco.
Hace 6 años dejé el cigarro después de ser por 20 años una fumadora activa, y aunque recuperé de inmediato mi sentido del olfato y se limpió mi sentido del gusto, mi forma de respirar estaba muy mal acostumbrado; es decir, si corría una cuadra me agitaba de inmediato y por más que trataba de respirar por la nariz, aspiraba grandes bocanadas de aire por la boca.
Y por ello pensé que el aprender y comenzar a correr como un ejercicio extra a mis actividades deportivas ya conocidas, me ayudaría muchísimo para poder aumentar mi resistencia sin tener que caer en una hiperventilación.
Por lo pronto, ya estoy comenzando a caminar rápido y trotar por ratos.
2 comentarios:
Es muy bueno que estes saliendo a caminar Mariposa, además del beneficio de salud, no debemos olvidar que una actividad le da mucha vitalidad al alma ¡así que todos a ejercitarse! :D
Pues mi intento es trotar y como resultado, tengo dolor de muslos. =S
Es solo cuestión de acostumbrarme... poco a poco y lo lograré. ;)
Saludos Gabriel!
Publicar un comentario