¡Hola!
Si, te saludo a ti que estás en mi mente constantemente.
Yo estoy feliz de toparme nuevamente con tu recuerdo que, por cierto, a cada rato me lo encuentro.
Solo quería saludarte, sonreír y esperar nuevamente a encontrarme con tu recuerdo. Claro, prefiero saludarte a ti en vivo y a todo color.
Mientras tanto, queda una sonrisa en mi rostro y una enorme calidez en mi corazón.Dic. '95
Ahora que lo releo pienso: Eh... ¿De quién era el recuerdo al que saludaba?. Lo he olvidado...
Gran lección de la vida: Nada es permanente.
1 comentario:
Quizá la palabra pueda ser permanente ¿te late? por ello creo que es conveniente llevar un diario, para no olvidar aquellas viejas emociones y para saber qué se hizo cuando estábamos sufriendo alguna situación, para no repetir los errores :P
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