Bonsai ya no maulla más y ahora nutre el suelo con su ser.
Pato se ha hundido en el fondo de su pecera y ya no nada nada.
Las hojas caen petrificadas al suelo y líneas de hielo se dibujan sobre ellas.
Una estrella pronto se irá, dejando tras de sí rastros de su luz.
La Princesa Mononoke se fue a los volcanes níveos y el futuro es incierto.
El frío congela mis dedos y mis labios solitarios.
No hay mucho por contar, solo las frías tristezas y nostalgias que desgrana el corazón.
1 comentario:
:( un abrazo fuerte.
Muy muy fuerte.
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