miércoles, 18 de julio de 2007

Duelos (día 4)

Siguiendo con las entregas de estas reflexiones de palabras a la carta, esta es la de el día 4.


Los tres previos están aquí:








Palabras a la carta
Día 1: Decisión.
Día 2: Amor.
Día 3: Amor verdadero.
Día 4: Duelos.
Día 5:
Día 6:
Día 7:
Día 8:
Día 9:
Día 10:
Día 11:
Día 12:
Día 13:
Día 14:
Día 15:


Día 6: Vivir el presente.
Día 16:
Día 17:
Día 18:
Día 19:
Día 20:
Día 21:
Día 22:
Día 23:
Día 24:
Día 25:
Día 26:
Día 27:
Día 28:
Día 29:
Día 31:
Día 31:





Después de leer sobre el amor, Marta recordó a su abuela. Nunca nadie la había querido así, con tanta entrega, con tamaña incondicionalidad, con semejante presencia. Alguna vez había leído que el amor de un abuelo es aún más puro que el de un padre, porque está despojado del rol de educador y de guía obligado: El amor de un abuelo es el que se define por la posibilidad de consentir, decía la nota, y ela estuvo de acuerdo. Sin embargo después de la alegría del recuerdo, una enorme tristeza la invadió por completo. Le asaltaron unas enormes ganas de llorar y no pudo pensar en otra cosa que no fuera su dolor por la ausencia de su amada abuela.

Al llegar a su cuarto tipeó en el ordenador:

DUELOS

Como su nombre lo indica los duelos "duelen". Y no es enfermizo que así sea. El dolor es parte del proceso de elaboración de una pérdida, sea esta importante o banal. Elaborar significa dar un paso adelante en la aceptación de la ausencia de lo perdido y es condición indispensable para avanzar en nuestras vidas.

Podemos estructurar un pasar sin demasiados logros, si nos ocupamos de ello, pero con todo nuestro esfuerzo nunca seríamos capaces de evitar que nos conmuevan algunas pérdidas.

En todo caso, la salud incluye el aprender a ser capaces de vivir el proceso de superación y duelo frente a una pérdida. Sea una muerte, un cambio importante en nuestra forma de vida, un divorcio, una enfermedad o un hecho tan natural como el envejecer.

Elaborar el duelo consiste en conseguir que ni siquiera el dolor nos impida separarnos de lo que quedó atrás. Y no hablo aquí de olvidar, sino de seguir adelante. Un trabajo personal y único, íntimamente ligado al desarrollo en nuestro interior, a nuestro modo y en nuestros tiempos, de la capacidad de rescatar aquello de bueno que eso, que ya no está, dejó en nosotros y recordarlo con alegría y gratitud.

Cuentan que había una vez un señor que padecía por lo peor que le puede pasar a un ser humano: un hijo suyo había muerto. Desde su accidente y su muerte ocurrida hacía años no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía.

Un día, cuenta el cuento, aparece un ángel en su sueño y le dice:
- Basta ya.
- Es que no puedo soportar la idea de no verlo nunca más.

El ángel le dice:
- ¿Lo quieres ver?

Y sin esperar respuesta le tiende la mano y lo sube al cielo.
- Ahora lo vas a ver, quédate aquí.

Por una acera enorme empiezan a pasar decenas y centenares de niños. Miles de chicos vestidos como angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos.

El hombre dice:
- ¿Quiénes son?

Y el ángel le responde:
- Estos son todos los chicos que han muerto en estos años y todos los días hacen este paseo con nosotros, porque son puros...
- ¿Mi hijo está entre ellos?
- Sí, ahora lo vas a ver.

Y pasan cientos y cientos de niños.
- Ahí viene -avisa el ángel.

Y el hombre lo ve. Radiante, como lo recordaba.

Pero hay algo que lo conmueve: entre todos es el único que lleva su vela apagada.
El padre siente una enorme pena y una terrible congoja por su hijo.

En ese momento el chico lo ve, viene corriendo y se abraza a él. El hombre lo aprieta con fuerza y pregunta:

- Hijo, ¿por qué tu vela no tiene luz?, ¿no encienden tu vela como a los demás?
- Sí, claro papá, cada mañana encienden mi vela igual que la de todos, pero ¿sabes lo que pasa?, cada noche tus lágrimas apagan la mía. Deja de llorarme papá…



Pd. Mi futura nueva compañía está con la adrenalina al 100... A ver cómo me va en esta nueva etapa acompañada de mi sobrina (eh!!! ¿qué pensaban? ¿que sería algún galán? pues no! jejeje)

4 comentarios:

Mariposa dijo...

Hola tocaya...
me pierdo entre smis días, entre las horas de trabajo, y entre que mi pc anda fallando jajaja creo que necesita una limpieza, no habia pasado hace mucho, pero tratare de darme la vuelta a menudo y saludar y leer sobre todo, que aunque hay veces que no dejo comentario...

Y bueno, espero que todo ande bien... me gustan mas los mensajes en los textos, asi se quedan mientrras uno quiera, los de la ventanita se van borrando :)

dejo besos y lei lo de los abrazos en coyoacan...
yo quiero de esos jajajajaja
besitos
y chau

Horus dijo...

Que tal estuvo lo de los abrazos ayer? Caray! Me lo perd�....

Mmm, tu sobrina es la chica del z�calo?

Anónimo dijo...

¡No se vale que juegues asi con nuestros sentimientos!

Bromeo...

Suerte en tu nueva etapa :)

Mariposa de humo dijo...

Muchas gracias por las visitas muchachos!

Sigo de vacaciones, recuperándome del cansancio de arreglar la nueva recámara de mi sobrina y tomándome un momento para revisar y saludarles. ;)

De los abrazos del sábado pasado, ya no fuí para poder aprovechar el tiempo y terminar los últimos retoques que hacían falta en casa.

Solo me queda esta semana de vacaciones y de visitar el blog en forma intermitente... pronto estaré diario desde la oficina (jejeje).

Saludos y abrazos para todos.

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