lunes, 7 de mayo de 2007

Tunick's time

"Fuimos miles de personas, pero un solo cuerpo"
Una participante en una entrevista


La hora indicada era estar a las 4:30 am, puntuales. Mucho antes de la hora las personas estaban formadas, entregando los formatos de autorización. Parejas, en grupos, solitarios, jóvenes y no tan jóvenes, todos desvelados e inquietos.

Intentar acomodarse para tomar asiento en la fría calle del zócalo, esperando la hora de quitarse la ropa y comenzar las fotografías. Demasiada inquietud intentando ser controlada con enorme esfuerzo por parte del staff de Tunick.

Las risas nerviosas, las bromas de doble sentido al punto, los gritos pidiendo que a los mirones apostados en las ventanas de los hoteles que bajen y se unan a la fiesta. "Que se encueren! que se encueren!!". Nadie se salva del coreo: los chicos del staff Tunick corriendo de un lado a otro, los organizadores, los reporteros, los fotógrafos, los mirones, los policías.

El tiempo avanza lento, muy lento: 5:30 am y siguen llegando más personas. Reacomodarse para que todos quepan y la impaciencia se convierte en gritos, chiflidos, porras.

"Tunick, hermano, ya eres mexicano".
"Goya. Goya. Cachún cachún ra-ra, cachún cachún, ra-ra. Goya. Universidad!"
"Qué se encueren!"
"Mexico! México! México!"

Nos piden paciencia y nos animan a convivir: "Preséntense con su compañero que está a su lado, pregúntenles por qué están aquí". Una voz grita: "Para encuerarnos!" Una carcajada acompaña la ocurrencia, y el humor no abandona el evento en ningún momento; cada frase, cada comentario, cada instrucción es motivo de risa y de encontrarle el doble sentido.

En la espera, unos aprovechan el momento para dormir un rato más, otros platican, algunos precavidos leen periódicos y otros intentamos estirar las piernas en el pequeño espacio que ocupamos. El tiempo pasa lentamente.

El frío se siente cada vez más. Tenemos que esperar a que amanezca para iniciar y conforme miramos el cielo para adivinar la salida del sol, los nervios se acentúan. Intentan darnos las instrucciones, explicar qué es lo que vamos a hacer, pero el nerviosismo es mayúsculo para prestar atención por más de 30 segundos, además de que el pésimo sonido no ayuda mucho a entender lo que se dice. Nada de ropa, zapatos, lentes, sombreros, collares, ropa interior, accesorios... nada.

Casi 6:30 am y el cielo comienza a clarear. Listos? a la de 3 se desvisten todos y con calma caminan a la plancha del zócalo para ocupar un lugar. Una, dos ¡Tres!.

Risa, nervios, casi una carrera en los pequeños grupos para ver quién se desviste primero. Y una ves desnudos, antes de irnos a la plancha, nuevamente nos presentamos entre bromas: "hola soy fulanito, mucho gusto" "Hola, soy perenganita. Buen día!". Nos miramos con pena a los rostros, a los ojos, todos evitan mirar directamente el cuerpo desnudo de su compañero de al lado.

El suelo está helado. caminamos con cuidado para no lastimarnos los pies. El frío mordizquea nuestros cuerpos mientras avanzamos al buscar un lugar. Del grupo de 9 que estabamos juntos de pronto nos separamos en la multitud. No había muchas señas para reconocernos en medio de esa desnudez extrema; solo nos quedaba seguir avanzando para ocupar un lugar.

Muchos problemas: hay que aprovechar la iluminación del amancer lo más posible, pero es difícil controlar a las personas para que estén quietas y no se rían. El sonido pésimo. No se entiende nada, por lo que tenemos que escuchar a los ayudantes de Tunick que tienen megáfonos repitiendo las instrucciones.

Primera foto. De pié. Mirando al hotel Magestic y de espaldas al Palacio Nacional. Quietos. Manos a los costados. quietos... listo! Aplausos y ovaciones. Segunda posición. Acostados. Gritos, muchos gritos. El suelo está helado e intentar estar quietos es más dificil; las bromas mientras miramos el cielo encapotado de nubes: pasa una bandada de palomas y alguien dice con asombro "Mira cuantos pájaros!" y otra responde con tono malicioso: "Muchísimos! Estamos rodeados de ellos". Risas, muchas risas... Intento de controlarse. una mujer grita horrorizada, "ah! una cucharacha pasó a mi lado!" otra voz responde también con malicia: "Pues claroooo!". Más risas. Finalmente logran tomar la foto. Tercer foto. En posición fetal. La más dolorosa, las rodillas y empeines contra el duro suelo, pero la risa no nos abandona: siempre el doble sentido presente. Se escucha la instrucción: "Las cabezas abajo". Risas llenas de picardía. Por fín toman la foto.

¿Qué sigue?. Caminar sobre 20 de noviembre. Por fín movernos, entrar un poco en calor. Desde las ventanas de algunos edificios hay curiosos asomándose. Siguen los gritos "que bajen y se encueren". También se comienzan a lanzar algunos gritos de consignas, como las que llenaron esas calles en julio de 2006: "voto por voto, casilla por casilla". Se llenan varias cuadras, todos formados. Toman la foto después de varias instrucciones y muchos minutos intentando calmarnos.

De regreso al zócalo. Algunas calles aledañas se ven algunos reporteros a lo lejos tomando fotos, con micrófonos. Siguen los gritos pidiendo que se encueren. Llegando al zócalo una sorpresa que desconcertó: Listo. Terminó. Los hombre por favor vístanse y retírense. Las mujeres de este lado para una foto más.

Ellos se fueron donde se dejaron las ropas, nosotras donde nos indicaban. Era extraño sentir esa separación, después de estar completos... de estar conviviendo todos. Frente al asta bandera, tomaban una foto. Los gritos femeninos se dejaron escuchar: "Si al aborto! sí al aborto!". Ahora, caminar hacia el Palacio Nacional, a la sombra donde aún se puede aprovechar el último resquicio de buena luz matinal sin que la brillantez del sol deslumbre. Todas nos sentimos cansadas con demasiado frío, y la impaciencia gana a muchas. Gritos pidiendo que ya termine, que nos traduzcan las instrucciones, que ya nos queremos ir. Y los hombres que ya se vistieron comienzan a rodearnos, a mirarnos desde otra perspectiva: ya no hay igualdad de circunstancias. Piden que se retiren pero solo se alejan un poco.

Tunick se ve ya desesperado porque el sol brilla mucho más. La última foto. Todas recostadas sobre un costado. No se muevan, no levanten la cabeza. Demasiado tiempo. Por fin termina el evento. Ahora tenemos que regresar desnudas entre los hombres ya vestidos. Caminamos con la frente en alto y con paso firme. Algunos hombres buscan a sus parejas para entregarles su ropa y otros comienzan a aplaudirnos y a lanzarnos porras para apoyarnos. Hay algunos que si se sienten su actitud morbosa, pero son -creo- los menos.

Las chicas de mi grupo nos vamos juntas a buscar a nuestros amigos y nuestras ropas. Ellos nos esperan con inquietud y nos entregan nuestros bultos. Nos hacen casita y nos dicen que nos apuremos a vestir pues gente ajena al evento había entrado mientras ellos se cambiaban y eran los que maliciosamente nos miraban. Dos de ellos rodearon a un cuate que estaba tomando fotos y lo obligaron a borrarlas y a que se retirara. Estar todos desnudos nos hermanó.


El evento terminó. Todo fué risas, bromas, camaradería. Nadie ostentó un puesto, un título, una preferencia , alguna ideología, partido político, creencia, posición social o económica: Es la verdadera igualdad. En ese estar desnudos convivieron hombres y mujeres, jóvenes, viejos, con limitación física o sin limitaciones, mujeres embarazadas, muchachos con piernas enyesadas. Fué una experiencia increíble de libertad.

Image Hosted by ImageShack.us


Pd. El evento terminó a las 8:30 am aprox.

9 comentarios:

Juliana Boersner dijo...

Hola!
Qué heroso tu texto. Yo escribi esta mañana sobre la experiencia vista desde acá, donde estoy, en venezuela. Y justo tu texto recoge dos cosas que para mi han sido conmovedoras en estos últimos días. Por un lado, la muestra nuevamente de la monumentabilidad de México, esa que te deja sin palabras y la presencia de un pueblo como uno solo simbolizando un lago que ya no es pero que si es en la identidad de cada quien. Es que la fuerza me llega sin haber estado siquiera alli.
Al lado de eso, que estaba allí, el paso valiente que han dado de legalizar el aborto que no es más que dar visibilidad a una realidad que está allí. No estás fomentando la muerte sino la libertad y eso es lo que para mi refleja la experiencia que retratan.
Que se sostenga esa fuerza en un momento en el que la unión y la coexistencia es tan importante. Ha sido una lección que ojalé muchos sean capaces de ver.
Un abrazo caribeño, y GRACIAS

Crushia... dijo...

wow que increible experiencia, supongo que de vivir en mexico tal vez me alla animado yo tambien, te pregunto, como te decidiste? supongo que te dio mas valor el ir en grupo.

esa sensacion al final de haber sido hermanados por el experiencia, supongo que fue lo mejor

saludos mariposita

Anónimo dijo...

Felicidades mi queridísima Mariposa de Humo Me dio un gustasasaso enorme saber quien eres, y sobretodo saber que tienes un blog y varias cosillas más. En realidad te felicito por tu valentía de mostrarte tal y como eres. Verdaderamente me has dejado SORPRENDIDA con lo que últimamente he descubierto de ti.

Ileana Cruz dijo...

El frío y al mismo tiempo el calor que se sentía en medio de tantos, tantos...

Fue increible, verdad?

Busqué tu rostro o tus tatuajes en la multitud y no te hallé, sólo miradas amables.

Un abrazo cómplice

Pd. Me encantó la crónica

Cazador de Tatuajes dijo...

Amo la Literatura, porque de una misma experiencia, separada solo por un cuadrito en el zócalo salen dos relatos que son diferentes y al mismo tiempo iguales.

Un beso

Anónimo dijo...

no dejas de sorprenderme ¡nunca!

que rico liberarse así.

Mariposa de humo dijo...

Hola Juliana! La experiencia fué increíble. Un día después del evento supe que si hubo hombres que molestaron a varias mujeres, lo que es muy tirar al suelo tan especial evento... Definitivamente la ropa crea desigualdad.
Saludos hasta Venezuela! :)

Tocaya multicolor, Tunick quería venir desde hace varios años, y en ese entonces también tenía ganas de participar. Ahora que se presentó la oportunidad, no quise dejar pasar este evento tan grande para nosotros.
Estar acompañada si me dió más confianza (sensación de protección por lo que pudiese ocurrir), pero igual hubiera ido sola.
Saludos Tocaya! :)

Bárbara El gustazaso es mío de conocerte y seguir en contacto contigo. :)
Creo que ya son varias personas a las que he sorprendido de esta faceta/personalidad mía que no conocían. jejejeje ;)

Ileana, lástima que no les pude ver! me hubiera gustado saludarles.
Tu crónica me ha dejado una grata sensación de ser mecida por olas de mar. :)

Sobrino Prometeo Coincido totalmente contigo. También amo la literatura y las narraciones que cada uno hace a una misma experiencia. :)
Gracias por compartirla conmigo y por ser un sobrino a todo dar. :D

Laudanum azul... ¡Sorpresa! =D jejeje
Y si es muy rico liberarse así... lo malo fué ya el final, cuando las coas ya no fueron parejas. :(
Pero si hubiese la posibilidad de repetir ¡SI LO HARÍA DE NUEVO! =D
Yeah!

Anónimo dijo...

Wow mariposa! Qué chido que pudiste estar ahí! Me gustó mucho tu crónica y tu nuevo diseño del blog. Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola,
me gustó mucho tu crónica. Yo también participe y comenté mis impresiones en una nota en mi blog. Me sorprende la cantidad de coincidencias en la apreciación con lo que tú comentas; aunque no debería sorprenderme tanto porque vivimos una experiencia compartida en muchos sentidos.
Tengo interés en establecer un diálogo con gente que haya participado en el evento, y comenzar con una pregunta ¿participarias nuevamente en un performance nudista dirigido por un mexicano?
échale un ojito también al sitio http://operaaperta.blogspot.com y espero que sigamos en contacto.
Gilberto

ShareThis