Soledades

El sábado desperté temprano (demasiado temprano para mi día de descanso). Quería seguir durmiendo, pero el ruido de los vecinos de atrás me "invitaron" a dejar mi tibio lecho y comenzar el día.

Un rápido desayuno y una arreglada sencilla a mi presentación, fué suficiente para decidirme e ir al cine a la matinée a ver una película.

Llegué 10:30 a mi cinema favorito, por sus cómodos asientos, y me entretuve unos minutos leyendo las reseñas de las películas que proyectaban. Por el horario no tenía muchas opciones, así que me acerqué con la despachadora que vestía su uniforme de cinemex y además una caperuza roja para hacer propaganda a una película próxima a exhibir.

A las 10:35 de la mañana las opciones eran Monster House, Lucho libre y Click. No mucho de dónde elegir, así que pedí la de click; en lo que me despachaban le comenté a la chica que hubiera preferido ver "El Decadente" con Johnny Deep, y me dijo "si usted entra ahorita, solo habrá perdido un minuto de película". No lo pensé más y pedí mejor ese boleto.

Entré corriendo a la sala, todo era penumbras, la pantalla estaba en colores grises y Deep hablando, presentando... me quedé de pié en las escaleras esperando la oportunidad de ver mejor y elegir un asiento. Una trabajadora de cinemex me preguntó por qué no me sentaba y le expliqué en susurros que no alcanzaba a ver bien y esperaba un poco de luz para hacerlo.

Amablemente, me sugirió en voz normal una fila y yo le agradecí con más susurros. No quería intrrumpir al resto del público que suponía ya disfrutando de la película.

Media hora después de que estaba picadísima viendo la película, me animé a voltear para saber cuántos estábamos en la sala... y con sorpresa me dí cuenta que yo era la única ahí.

Casi quitan la película pensando que no habría nadie mas, pero la continuaron solo para mi.

Es la primera vez que tengo toda una sala de cine para mi sola... y lo gocé.