lunes, 6 de marzo de 2006

Tai chi

Ayer tuvimos nuestra presentación a las 10:30 (¿o eran ya las 11?) en el Teatro Juan Ruíz de Alarcón en la UNAM. En términos generales, creo que estuvo bien la presentación, salvo que el espacio es más pequeño que en el Teatro Miguel Covarrubias donde nos presentamos la vez pasada.

Ayer tuve un momento para reflexionar sobre mi caracter. Si bien me he vuelto más tranquila y calmada que hace unos años, aún sigo teniendo mis episodios de enojo malgeniudo. Después de varias prácticas fuera del teatro y antes de entrar "a escena" una compañera comenzó a "bromear" conmigo diciéndome que ya me peinara. Hubiera tomado el comentario como guasa si solo lo hubiese dicho un par de ocasiones, pero cuando a la quinta vez de repetírmelo (y mi tercer gruñido) se me acercó con cepillo en mano y me dió un par de cepilladas, ahí si que rugí ya muy enojada. Aunque me dijo que era una broma, yo me sentía muy molesta, porque no me gusta que me insistan, y cuando de la "jocosa insistencia" intentó imponerse físicamente, mi paciencia se acabó.

Ahora estoy reflexionando si debo o no controlar mi impaciencia en esos aspectos, o si debo cambiar la estrategia....

Ah! por cierto, recuperé algunos fragmentos que leyó Erik, nuestro maestro, durante la presentación... Para ver los cursos que ofrece la UNAM, esta liga servirá.


El viaje del T'ai Chi Ch'uan
Collage de T'ai Chi Ch'uan

Aparentemente sin esfuerzo y, con minuciosa gentileza, la práctica del T'ai chi ch'uan nos estimula a sobrepasar nuestros límites...

Las Formas del T'ai Chi representa el inexorable paso del tiempo y el cambio continuo e ininterrumpido de todas las cosas en el Universo...

El conflicto se puede resolver con armonía y la armonía puede encontrarse en el conflicto. Lo que el T'ai chi enseña al practicante es a establecer contacto con la situación ante la cual se enfrenta tal cual es y, a partir de ahí, resolver el evento de una manera armoniosa...

La flexibilidad es un componente escencial, pero esta flexibilidad debe ser una combinación perfecta de firmeza y elasticidad; dureza y suavidad; atención y relajación...

Lastimar no es la escencia de este arte combativo... percibir para fluir con el oponente sí lo es...

Las secuencias coreografiadas de los movimientos de T'ai chi tienen la finalidad de afinar la percepción del propio cuerpo y percibir la magnitud, dirección y fuerza del movimiento de uno mismo así como del oponente...

Cuando dos T'aichiistas se enfrentan en un combate coreografiado, no pelean; estudian los movimientos del otro...

Como todos los movimientos han sido cofidicados en un lenguaje combativo, el T'ai chi es un arte boxístico por excelencia en donde se busca la armonía con el contrincante. Él, al atacarnos, se ha salido de su propio centro de balance... es nuestro trabajo regresarlo a ese centro porque sólo ahí es donde puede encontrar refugio seguro y la paz...

En esencia el T'ai chi ch'uan combativo nos pregunta: ¿puedes aflojar tu tensión y dureza y aceptar lo que te queda?...


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