Pero tú me faltas,
hace tantos días
que quiero y no puedo
tener alegrías...
hace tantos días
que quiero y no puedo
tener alegrías...
Vaya! La melancolía se me ha instalado más tiempo del que esperaba. Seguro te sorprenderías de saberme en este ánimo, pero debo confesar que yo estoy más sorprendida de su duración. Probablemente me siento así por tu ausencia física, no lo sé con certeza; es una sensación no logro definirle por completo.
En mis otras vidas (en otros tiempos), podía conjurar mis tristezas con solo nombrarlas en voz alta; solo tenía que llamarlas ante mi y mirarlas en silencio sin tratar de entenderlas o explicarlas, solo bastaba con aceptarlas tal cual eran: eso bastaba para que me soltaran el corazón y siguieran de largo para continuar la vida.
Pero ya no es igual. Hoy no me es suficiente nombrarlas. Han cambiado. Yo he cambiado. Hoy no basta con decir "te extraño" ni tampoco ayuda tratar de explicar el por qué es así. Las palabras no bastan y tampoco los silencios. Hoy mi ritual para conjurarlas debe cambiar.
Hoy iré a desgarrarme la garganta hasta quedarme sin voz para cantar lo que siento sin que los demás lo sepan. Hoy necesito embriagarme con notas, pausas, canciones, guitarra y risas...
Ese era el remedio familiar con el que crecí y aprendí mucho de la vida. Cantar cuando se está alegre. Cantar cuando se está triste. Porque cantando se aligera el alma, se diluyen las penas, se retoman nuevas fuerzas.
Hoy iré a cantar. Hoy nuevamente pensaré en ti (sé que pronto regresarás). Hoy seré feliz.
Y si esto fuera poco,
tengo mis cantos
que poco a poco
muelo y rehago
habitando el tiempo,
como le cuadra
a un hombre despierto.
Soy feliz,
soy un hombre feliz,
y quiero que me perdonen
por este día
los muertos de mi felicidad.
tengo mis cantos
que poco a poco
muelo y rehago
habitando el tiempo,
como le cuadra
a un hombre despierto.
Soy feliz,
soy un hombre feliz,
y quiero que me perdonen
por este día
los muertos de mi felicidad.
3 comentarios:
Cantemos juntas las melancolias separadas entonces...
un abrazo.. te conte que todos los días por la noche y reviso lo que escribes? te conte que siempre me enseñas algo? te dije que te quiero?
Gracias Tania!!
Cantemos juntas, abracemos juntas, lloremos juntas si es necesario, ya sea de alegrías o de tristezas.
Te quiero mucho mi niña, mi amiga, mi hermana... Tu también me haces falta en estos días.
Te abrazo con todo el corazón.
Así es la #$^&*% melancolía: Llega, se instala y para hacerla salir está difícil. ¡Ah! Pero que bella y disfrutable es también.
Besitos.
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