viernes, 24 de enero de 2020

Nada

No tengo nada.

No tengo palabras, emociones, sueños, proyectos, anecdotas...

¿En qué momento se me fueron borrando todas esas cosas que me iluminaban el alma?

Poco a poco fui dejando mis hobbies, mis actividades. Ya no hago Tai chi, no tomo fotografías, ya no bailo... Solamente me queda el ciclismo, y a veces, no tengo ganas de pedalear.

Me voy quedando sin palabras, pero no me asusta; casi lo siento normal. El alma se adormece, la vida se ve entre brumas.

Creo que son los tiempos de reflexión para otear en cielo y ver cómo y hacia dónde sopla el viento. Desplegar mis alas, volar...
 

No hay comentarios.:

ShareThis