lunes, 14 de mayo de 2018

Reflexionando

Cuando eres joven, tienes tantos planes y proyectos que te faltan horas al día para poder realizarlos. Tienes toda la energía del mundo, todas las ilusiones...

Ahora, casi todas mis horas están ocupadas en el trabajo y pocas para realizar diferentes actividades al laboral.

Alguna vez transcribí una reflexión de Jorge Buckay quien alentaba a tener un amante, pero se refería a uno más allá de aquel para compartir cama; se refería a esas actividades que le entusiasman a uno como cuando uno está por reunirse con un amor.

He pasado por diferentes "amantes", y cada uno tuvo su inicio, su historia y su término (la pasión terminó): el Tai Chi, la fotografía, la danza árabe... ahora estoy con la bicicleta, pero la emoción de "reunirnos" la bicicleta y yo es espaciada, pues no soy buena ciclista urbana.

La falta de tiempo para dedicar a estos amores que me permiten hermanarme con la vida, encontrarle sentido a ella, el poder hacer metas... es como morir lentamente sin que uno se de cuenta.

Desde hace tiempo que no tengo/encuentro metas y/o razones que respondan una simple pregunta... ¿para qué quiero vivir?.

No es que traiga la melancolía o la depresión ente los pliegues de mi ropa, pero si tengo esa pregunta rondando en mi mente de hace días, después de haber visto el inicio de un video.

Tú, amable lector ¿tienes tu respuesta a esa pregunta?




~ Non sum qualis eram - No soy la que fui ~


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