Volver a ver a mis compañeras de danza árabe después de 6 meses, es algo que alegra mi corazón.
Las extrañaba, pero no supe que era tanta mi nostalgia por volver a clases hasta que estuve nuevamente ahi con ellas, riendo, bromeando, quitando el óxido de mis musculos y movimientos, recordando la sinuosidad de la cadera al moverse en concordancia con los brazos, pies y pecho.
Una de mis pasiones que tengo metida en la piel, ritmo de corazón que agita mis cabellos.
Lo declaro: Amo bailar. :)
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