Después del post del sábado, ese mismo día en la noche a mi vecino se le ocurrió hacer fiesta a todo volumen; y pese a que hay mucho patio de por medio, el volumen era tan alto que los vidrios de mi casa retumbaban.
La fiestecita duró hasta... no sé, pero a las 3 de la mañana pude conciliar el sueño y a las 6 y media me desperté por el silencio de música pero mucho ruido de botellas que levantaban.
Y con todo el desvelo, fui a mi clase de Tai Chi.
Sigo arrastrando esta falta de sueño y lo triste es que no podré recuperarlo. Pero trataré de emparejarme con el descanso.
En fin... A seguir adelante.
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