miércoles, 25 de enero de 2012

025



Hoy le dije a una compañera de oficina que mi propósito de año es ya no quejarme tanto.

Después me quedé pensando sobre ello... en realidad una queja me permite formular en voz alta mi inconformidad, una frustración o una molestia... Es decir, puedo ver en perspectiva.

Lo sano es no quedar estancada en la queja, sino solucionar lo que me provoca esa queja o por lo menos soltarlo y superarlo.

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~ Non sum qualis eram - No soy la que fui ~

1 comentario:

Gabriel Cruz dijo...

Asi es Mariposa, no es tan malo quejarse aunque estar constantemente en ello tampoco es sano... bien dicen que todo en exceso no es recomendable, pero ante todo, de la palabra a la acción ;)

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