Mi cerebro tiene engomado amarillo y no circula los lunes, al menos no antes de la primera o segunda taza de café... según como haya sido el fin de semana.
Aunque hoy necesité dos tazar para despertarme bien, traigo aún en mi corazón la alegría de un riquísimo fin de semana familiar. Iniciando con un sábado de familia paterna a quienes tenía 10 años o más de no ver.
Las risas estuvieron presentes en todo momento, y aunque no tenía recuerdos en común con mis primos para compartir, escuchar sus anécdotas eran geniales. Ah! y lo mejor era que, como ellos eran adolescentes cuando yo nací, al enterarse de mi actual edad, una prima casi le dió el patatús y me pidió que me quitara 20 años de edad, cosa que podía hacer previo pago de una módica cantidad a mi persona (jejejeje).
El domingo tocó en turno la familia materna... o misa en recuerdo a la última tía que quedaba. Pasar a ver un rato a mi tío, su ahora viudo, ver a mis hermanos y platicar un rato más.
A ver que achaques nuevos se platicarán en la próxima reunión. ¡já!.
Y ya lo dijo Pompín Iglesias:
«¡Qué bonita familia!... ¡Qué bonita familia!»
2 comentarios:
jejejeje sí se ve que han pasado un bonito fin de semana familiar, cómo recarga las pilas ¿verdad? :D
¡¡Van mil apapachos Mariposa!! ;)
Yo no circulo los Domingos...
¿Qué color me corresponde Mariposita?
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