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Debería ser un día feliz, pero los demonios internos estaban sueltos opacando las palabras de alegría y cariño.
Por momentos, el calor afectivo lograba alejar a esos pequeños de dientes afilados, pero su siguiente jugada en la noche fue un touché.
Siete de la noche y el retumbar de la sien comenzaba. "Será por sueño" pensé y traté de ignorarlo. En casa, horas más tarde, el retumbar era ya rugido sordo constante en mi cerebro. Me esfuerzo por leer, responder, escuchar... El malestar se transforma en nausea semi-contenida. ¡Malaya sea mi suerte! Demonios del demonio, van ganandome...
La piel se eriza por los escalosfríos, deseo ir a dormir y abandonarme en el sueño, pero aún no. Sentada frente al computador me abrazo y me inclino haciéndome bolita tratando de autoconsolarme mientras la música suena en las bocinas. Un papel garrapateado en el suelo logra el milagro de captar mi atención.
Mi letra escrita al descuido y con prisas pues hay varias tachaduras. Escrito en los distintos dobleces del papel, comienzo a ver que son frases tomados de algún libro que hace años leí, aunque no recuerdo cuál sería.
Trato de distraerme del malestar que me empieza a aperlar la frente. Enfoco la vista y leo una de esas frases:
Por momentos, el calor afectivo lograba alejar a esos pequeños de dientes afilados, pero su siguiente jugada en la noche fue un touché.
Siete de la noche y el retumbar de la sien comenzaba. "Será por sueño" pensé y traté de ignorarlo. En casa, horas más tarde, el retumbar era ya rugido sordo constante en mi cerebro. Me esfuerzo por leer, responder, escuchar... El malestar se transforma en nausea semi-contenida. ¡Malaya sea mi suerte! Demonios del demonio, van ganandome...
La piel se eriza por los escalosfríos, deseo ir a dormir y abandonarme en el sueño, pero aún no. Sentada frente al computador me abrazo y me inclino haciéndome bolita tratando de autoconsolarme mientras la música suena en las bocinas. Un papel garrapateado en el suelo logra el milagro de captar mi atención.
Mi letra escrita al descuido y con prisas pues hay varias tachaduras. Escrito en los distintos dobleces del papel, comienzo a ver que son frases tomados de algún libro que hace años leí, aunque no recuerdo cuál sería.
Trato de distraerme del malestar que me empieza a aperlar la frente. Enfoco la vista y leo una de esas frases:
Si pierdes algo, seguro que obtendrás algo por ello.
Puede que la gente gane algo con las pérdidas.
Puede que la gente gane algo con las pérdidas.
¡Como anillo al dedo! la frase da en el blanco.
Dejo el papel junto a la computadora y corro al baño. La tensión, el malestar, la incertidumbre, todo se va en un vómito semi-amargo que me deja temblorosa. Me enjuago la boca. Me siento mejor.
Regreso con calma nuevamente a la computadora mientras finaliza la canción y escucho decir: "Esta canción yo la elegí y quiero dedicárselas a Blanquita y a La Tía Mariposa por ser el cumpleaños de ambas".
Más palabras, todas ellas llenas de cariño y amistad; tan lindo él.
Y comienzan los acordes del mariachi para las mañanitas, mientras las entona con el corazón la voz de Topo Gigio. Y con sus acordes me encuentro mucho mejor.
Ahora si. Me voy a dormir.
Dejo el papel junto a la computadora y corro al baño. La tensión, el malestar, la incertidumbre, todo se va en un vómito semi-amargo que me deja temblorosa. Me enjuago la boca. Me siento mejor.
Regreso con calma nuevamente a la computadora mientras finaliza la canción y escucho decir: "Esta canción yo la elegí y quiero dedicárselas a Blanquita y a La Tía Mariposa por ser el cumpleaños de ambas".
Más palabras, todas ellas llenas de cariño y amistad; tan lindo él.
Y comienzan los acordes del mariachi para las mañanitas, mientras las entona con el corazón la voz de Topo Gigio. Y con sus acordes me encuentro mucho mejor.
Ahora si. Me voy a dormir.
Después de todo, fue un gran día de cumpleaños. Si que si. :)
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