Ayer tuve un shot de adrenalina producido por los sonidos rítmicos, bajos y profundos de los tambores, por momentos acompañados por los sonidos de cuerdas, alguna flauta o un metálico chocar de platillos pequeños.
Admiré a unos cuantos metros la energía explosiva de unos boom-boom graves, de los gritos que salían desde el Dan Tien, de movimientos perfectamente sincronizados y coreografiados. Y terminé prendada de 5 hombres y 5 mujeres entregados a su ritmo... (envidié los impresionantes brazos que cada uno de ellos tiene, al compararlos con mis endebles y esmirriados músculos).
Anoche llegué demasiado exitada para poder dormir y la madrugada me encontró recordando la sensación del tambor en el latido de mi corazón.
Novio, te digo: el ritmo es muy importante, lo es todo.
Es la vida misma.
Es la vida misma.
3 comentarios:
Si que lo es!
Besos ritmicos!
El deseo de cambiarte de lugar con uno de ellos y golpear el tambor con esa ritmicafuerza te invade...waw.
Bueno, muy bueno.
Mariana Y para no olvidar la emoción de haberlos visto, compré su DVD =D
kerusso No sabes! transmiten tanta energía y emoción mientras tocan que ¡¡ufff!!
Saludos a ambas!
Publicar un comentario