martes, 25 de agosto de 2009

25.09.09


Estoy en mood veleta, cambiando de ánimo según la dirección del viento. Me desespera estar así.

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La anécdota que había quedado en el tintero:

Ayer en la mañana me quedé con ganas de madrearme a un estúpido sobregargado de testosterona que subió al pesero para bonquearse con el chofer "porque no le dió chance de pasar". ¡Imbecil!

Mi sobrina y yo estábamos en las primeras filas de asientos y si el idiota aquel hubiera hecho algo que pusiera en peligro la integridad física de mi sobrina, me hubiera lanzado a su cuello, contra su yugular.

Mi sobrina, más prudente, optó por que nos bajáramos y nos fuéramos caminando (no estabamos lejos de la UNAM). Al pasar junto al babieco ese que ya se había trepado en su auto, me le quedé mirando al tiempo que decía en voz alta "Lástima de coche!" y mientras nos alejábamos escuchamos a nuestras espaldas al testosteronérico repelar con insultos.


A veces el universo nos manda pendejos para poner a prueba nuestra paciencia y autocontrol.


Si, sigo enojada.
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~ Non sum qualis eram - No soy la que fui ~

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