jueves, 17 de mayo de 2007

Volar, solo volar

Hace pocos días, un hombre que no llamaría mucho la atención en la calle subió al último piso del edificio de al lado. Dicen que hablaba a señas a algunos conocidos que estaban abajo, mirándole. Algunos más aseguran que era un profesor de intercambio, uruguayo.

Pero quien estaba en ese último piso, sintiendo el viento en su rostro y el peso del mundo en su alma, olvidó que era profesor, que era visitante, que era uruguayo, que era humano.

Debió pensar que era su mejor opción, quizá consideró que era buena solución... seguramente creyó no podía más.

Solo quería volar para alejarse.

Quería dejar atrás los miedos, las dudas, las exigencias, las expectativas, los sueños rotos, sus pensamientos agobiantes que nadie conocía más que él.

Y se alejó de un salto, dejando el mundo atrás para ser libre como las aves y volar. Pero la gravedad se ensañó con él, privándolo de su humana y breve libertad.

Para no olvidar la lección -para no olvidarlo a él-, dejaron en recuerdo una cruz de cal y unas flores secas donde el suelo le liberó por fin de su humanidad.


Cada vez que paso frente a ellos, le dedico un pensamiento a ese extraño que nunca conocí; cada que paso frente a su última marca en el mundo, recuerdo que el cielo infinito habita en mi corazón.

Cruz de cal


Pd. «Aquel que mejor disfruta cada día que pasa, es verdaderamente feliz». Frase dicha en la película "Infiel", escrita por I. Bergman

Pd. 2 Cada vez que le veo, no puedo dejar de pensar en mis adentros: me gusta... aún me gusta mucho [él] (delfín)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

un pensamiento de buena vibra para este ser que decidió irse así.

Abrazos mariposita.

Mariposa de humo dijo...

Muchas gracias Bluesinha! Un pensamiento para quien ya no está...

Abrazos para ti con mi cariño, mi niña linda. :)

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