Expectativa
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En caso de incertidumbre, una expectativa es lo que se considera lo más probable que suceda. Una expectativa, que es una suposición centrada en el futuro, puede o no ser realista. Un resultado menos ventajoso ocasiona una decepción. Si algo que pasa es completamente inesperado es una sorpresa. Una expectativa sobre la conducta o desempeño de otra persona, expresada a esa persona, puede tener la naturaleza de una fuerte petición, o una orden.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Expectativa"
Día a día vivimos con expectativas, ya sean relacionadas a nuestros sucesos cotidianos o a nuestras relaciones interpersonales (llámense relaciones de trabajo, de pareja, de amistad, etc.). Estamos a la espera de que las cosas ocurran de tal o cual manera, o que las personas actúen de cierta manera.
Creo que lo más común en nuestra vida, es tener expectativas sobre los demás.
Un claro ejemplo de ello... ¿Cuántas veces no hemos esperado que nuestro amor en turno tenga un detalle hacia nosotros? (una llamada, una atención, un cariño) ¿o que la relación sea de X o Y manera? (casi de telenovela)... ¡Incluso tener la expectativa de que la pareja tenga dotes de medium y nos lea la mente!.
Así como tenermos expectativas con las parejas, también las hay con los amigos; tenemos expectativas sobre la relación o el comportamiento: apoyo, solidaridad, interés... Entre amigas mujeres también hay expectativas de comportamiento (a Grimalda le gusta X varón; se lo hace saber a Teódula, Rupertina y Cristómora y la expectativa que tiene Grimalda es que las amigas no le coquetéen a la presa potencial)... supongo que algo similar ocurre también entre los varones.
Y lo mismo ocurre con los compañeros de trabajo, con la familia, con los vecinos.... hasta con el barrendero! Con cada persona tenemos expectativas: esperamos algo de esa otra persona (un comportamiento, una reacción, una actitud).
Pero ¿qué pasa cuando esa expectativa no se cumple?. Como lo señala el parrafo con que inicié, hay una decepción. Claro que hay de decepciones a decepciones. Algunas las podemos manejar sin mayor problema, sobre todo cuando se trata de alguien no cercano a nosotros. Pero cuando se trata de alguien de nuestro afecto y confianza ¡Cuidado porque el mundo se acaba!.
Haciendo un análisis personal e introspectivo, me atrevo a marcar un poco el camino que llevan estos sentimientos...
Creamos una expectativa sobre una situación o un comportamiento. Cuando ésto no se cumple, nos provoca una decepción. La decepción puede ser tan grande que llega a provocar frustración... Y la frustración acaba en enojo. El enojo puede llevar al reclamo / pelea /todo_se_derrumbó_dentro_de_mi... Y entonces le reclamo al otro(a) por no cumplir con mis expectativas.
Y lo más sorprendente de todo este Armagedón (para el final, si no se tiene suficiente cabeza para razonar, puede tener tales proporciones), es que la otra persona:
a) No sabía que se tenían tales expectativas sobre ella
b) Sus propias expectativas sobre la situación creadora del conflicto eran menores que las nuestras
c) Sus expectativas eran otras totalmente diferentes
d) No tenía ninguna expectativa (porque no sabía o no le interesaba)
e) Le vale gorro tanto mitote y pancho que armamos
Y en todo este largo proceso, la persona que vivió cada paso (expectativa, decepción, frustración, enojo y reclamo) fuimos nosotros... Nosotros solitos... La otra persona se enteró del chisme hasta el reclamo.
Por lo regular, he vivido este proceso una y otra vez al ser yo la creadora de expectativas, muchas veces sin información completa que las sustenten (¿síndrome de cenicienta vs. síndrome de peter pan?). Si, me ha tocado también estar al otro lado y ser a la que le reclaman no cumplir con las expectativas creadas sobre mi.
Y justo hace varios días lo viví con toda conciencia esto último, con un familiar cercano. Tenía una expectativa sobre una actividad y las personas que participarían en él (yo era una de esas personas). Sin decirme claramente qué era lo que haríamos, supuse de qué se trataba, pues la única instrucción es: "No te despegues". Todo es tal como debe transcurrir en esa actividad, otras personas me pasan su recado de que vaya en un momento determinado y así lo hice; me uno al grupo y lo que se esperaba que pasaría, no ocurrió. No hay problema por mi, pues tenía más interés en otra actividad que se estaba dando en ese momento. El grupo caminó con paso lento, algunos elaborando un posible "el plan B" y otros platicábamos. Como yo no percibía que fuesemos a hacer el plan "B", o el "C" o ninguno, me retiré a la otra actividad que sí me interesaba donde me entretuve más de lo esperado y a mi regreso ya no encontré al grupo. Supuse que ya no se hizo nada y me retiré con tranquilidad.
Después me llegó el reclamo. Finalmente si optaron por el plan "B" y yo no estuve ahí. Falté a la orden "No te despegues", por lo que terminé regañada y yo enojada por ese regaño.
Y he aquí que desde entonces me he puesto a reflexionar del por qué me siento yo enojada y qué podía ver yo de trasfondo sobre el regaño recibido (de paso, me desahogué escribiéndolo aquí)... Me ha servido mucho escribirlo y comprender cómo tenemos expectativas, pues uno de mis metas-aprendizajes personales es no hacerme expectativas sobre los demás, o por lo menos, no hacerlos responsables y que cumplan mis expectativas personales.
Para terminar este mega-post, repito una vez más las sabias palabras de Jorge Bucay y Fritz Perls a manera de conclusión.
La realidad no es como a mí me convendría que fuera.
No es como debería ser.
No es como me dijeron que iba a ser.
No es como fue.
No es como será mañana.
La realidad de mi exterior es como es.
Sólo puedo empezar mi camino desde mi punto de partida,
y esto es aceptar que las cosas son como son.
II. Yo soy quien soy.
Yo no soy el que quisiera ser.
No soy el que debería ser.
No soy el que mi mamá quería que yo fuera. (o papá, o herman@, o amig@, o pareja...)
Ni siquiera soy el que fui.
Yo soy quien soy.
Todas nuestras neurosis empiezan cuando tratamos de ser lo que no somos.
III. Tú... eres quien eres.
Es decir,
tú no eres quien yo necesito que seas.
Tú no eres el que fuiste.
Tú no eres como a mí me conviene.
Tú no eres como yo quiero.
Tu eres como eres.
Aceptar esto es respetarte y no pedirte que cambies.
Jorge Bucay
No estoy en este mundo para llenar tus expectativas.
Y tú no estás en este mundo para llenar las mías.
Tú eres tú y yo soy yo.
Y si por casualidad nos encontramos, es hermoso.
Si no, no puede remediarse.
Fritz Perls.
Pd. Ahora tengo que aprender a no quedarme con el enojo...
5 comentarios:
Hola Mariposa!
Qué chido post... en mi caso ni hablar... creo que con la gente que más quiero me la vivo generando expectativas pero lo que es peor! creo que casi siempre se cumplen :S por lo que cuando algo se sale de mi esquema me pongo como lokita :P Pero tienes razón, hay que madurar eso, las expectativas son inviduales.
Saludos
Me encantaron las últimas dos reflexiones, creo que es algo wue en lo particular debo aprender...
Me gustó mucho toooooooodo su post tía ñ_ñ
Uy Clau!! Las expectativas!! cuántas cosas medio feas (y feas completas) podríamos ahorrarnos si no nos creáramos ni fuéramos objeto de ellas.
Si yo supiera exactamente qué espera de mi cada quién, ya podría decidir si lo cumplo o no, pero por lo menos habría cierta certeza.
Pero siendo un poco incongruente, de vez en cuando me gustaría creer que la gente que me quiere, que me conoce más profundamente, se podría tomar el tiempo de ponerse en mis zapatos y pos si, "leerme" un poquito el pensamiento.
¿Qué le voy a hacer? humana soy, y sí, a veces espero más de lo que debería...y doy menos de lo que podría.
Una de las razones por las que te quiero tanto Clau, es precisamente porque contigo me siento cómoda al respecto, sé que si quieres o necesitas o esperas algo de mi, me lo pedirás sin más...y sé que igual puedo decirte con total libertad cuando quiero, necesito o espero algo de ti. Así de grande es la confianza...y la certeza.
Besos enormes
Rocio
Hola Luneri! Es dificil que no hagamos expectativas de los demás, pues estamos en una constante interacción. Quizá la bronca fuerte que uno tiene es cuando esas expectativas no son realistas o que no se han hablado con anterioridad con la contraparte.
Saludos!
Sobrino Gerson... Yo me tengo que repetir constantemente estas palabras, para no olvidarlas. Que bueno que le gustó el post! :)
Mi queridísima Rocío, aún me estoy preguntando si es bueno o malo tratar de cumplir las expectativas de los demás, sobre todo si sus expectativas no son las mías (hasta el momento va ganando "malo").
No creo que haya mucha incongruencia en querer que otros nos lean la mente y que se pongan en nuestros zapatos, porque deseamos que nos entiendan... Digo, todos deseamos que eso nos ocurra, pero ¿si no sucede?. Ahí es donde la puerca tuerce el rabo. Y sería muy sano si solo llegara el sentimiento hasta decepción o hasta frustración y ya... no dejar que llegue a enojo (el que se enoja, pierde).
¿Sabes que es lo mega-padrísimo de nuestra relación? Primero: Que hay una comunicación abierta y constante (básico para las relaciones). Segundo: A partir de que tenemos una buena comunicación, nosotras aplicamos en nuestra relación las conclusiones que puse (las de Bucay y de Perls)... Tú eres TÚ. Yo soy YO. Lo que es, ES. Nos respetamos. Y (maravillosamente) coincidimos.
Un abrazo para ti con todo el amor que te tengo (y sabes que es incontable!).
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