lunes, 15 de enero de 2007

La Discreción

[...] Pero hay un lugar al que ninguno de ellos tiene acceso, y que, en última instancia, consituye la base del poder -se dio unos golpecitos en la cabeza con un dedo cubierto de anillos-. Mi mente. Mis pensamientos, Hatshepsut. Jamás pronuncio una sola palabra sin haberla reflexionado antes cuidadosamente, pues sé que una vez salidas de mis labios, mis palabras son repetidas por todo el reino. Y ésta es precisamente la lección que deseo que se te grabe bien en la memoria. Jamás, óyeme bien, jamás debes volver a hablarme a mi ni a ninguna otra persona de tus propios temores o conclusiones apresuradas delante de nadie que no sea tu amigo más fiel.

[...] Mi pequeña luciérnaga, medita sobre las palabras del Gran Dios Imohtep:
«No permitais que vuestra lengua se convierta en una bandera, que flamea a merced de cada rumor.» Faraón Tutmés


(La Dama del Nilo / Pauline Gedge)

2 comentarios:

Mariposa dijo...

La dama del nilo... tomando en cuenta que viene de ti la recomendación debe ser muy bueno no?? vere como lo consigo... por lo pronto es bueno saber que andas leyendo y de que trata :)

Un beso nena
cuídate
chau

Mariposa de humo dijo...

Oh si, mariposa tocaya. Recomiendo muchísimo ese libro.. voy a la mitad de él y ha sido muy interesante y una grata sorpresa (lo compré por barato, porque había varios títulos interesantes de la misma colección y porque me llamó la atención el resumen de contraportada).

Estoy fascinada con el caracter que describe a Hatshepsut, quien fue faraón de egipto (como Cleopatra, pero 35 siglos antes).

Buena lectura :)

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