Ayer en la noche fué mi segunda clase de danza árabe; si bien puedo presumir que tengo buena memoria para recordar cómo son las coreografías, debo también aceptar que poseo la gracia del Oso Figaredo (¡waca-waca-waca!). Mis torso es rígido, tengo brazos como palos y sigo sin separar bien el movimiento de la cintura de mi cadera. Más parecía el Robot de "Perdidos en el espacio" gritando "¡Peligro! ¡Peligro! ¡Se acerca peligro inminente!" que estar haciendo un baile cuya escencia es muy sensual...
Aunque, ahora que lo pienso... ¡Claro! ya entiendo de dónde viene mi inquietud de aprender ese pasito 'tun-tun' que usa velos y se sangolotea mucho la cadera: Todo por embobarme viendo la televisión cuando era niña...
Es que uno de mis personajes favoritos de niña era Jeannie de "Mi bella Genio" (además de la Señorita Cometa).
Solo espero que en poco tiempo pueda presumir mi baile como debe ser, porque ya tendré aceitadas las rodillas y bailaré con la gracias de las hipopótamas que salen en la película "Fantasía" de Disney...
Temas: Personal Reflexiones
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