Cualquier día es bueno para hacer reflexiones y ver la ruta de nuestra vida, aunque siempre un nuevo año (ya sea en calendario gregoriano, aniversario o por cumpleaños) nos mueve más a sopesar lo vivido, las decisiones tomadas, lo que hicimos o dejamos de hacer, los problemas que enfrentamos y que salimos airosos y también los que no salimos tan bien parados.
E invariablemente nos surge la idea: el próximo año haré dieta, haré ejercicio, dejaré de fumar, ahorraré.... el próximo año haré o dejaré de hacer, y todos los planes y propósitos se comienzan a ennumerar.
Yo no puedo decir que el próximo año dejaré de fumar, porque ya lo hice hace dos años sin que fuera un propósito... extrañamente, cuando tenía un cigarro en la mano me dije "ya no fumaré", lo apagué y desde entonces a la fecha (mi cuerpo ya no requería la nicotina).
No puedo decir que dejaré de tomar, porque ahora ya no me llama tanto la atención tomar mucho (¿será por la borrachera que me puse hace medio año y con el recuerdo de la cruda siento aversión al alcohol?).
¿Hacer más ejercicio? El mucho o poco que hago, es por pasión y por ser divertido. En lo personal, cuando a una actividad le quitamos la parte divertida y le dejamos la parte de la obligación, pierde mi interés.
Mmmhh... lo que se me antoja es leer más, aprender de los demás y de lo que vivo día a día, disfrutar de la compañía de mi familia y amigos, enfrentar mis miedos y salir avante.
Hay todo un año nuevo por delante, toda una vida, todo un día, todo un instante por vivir... Hoy es el primer día del resto de mi vida.
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