El sábado después de ir a comer con mi hermano y su familia, me lancé a la Casa Jaime Sabines para el concierto de Santiago Feliú.
No ví a nadie conocido, mas que a Chuy, el dueño del Café Corazón, así que me senté en la tercer fila del lado derecho, precisamente atrás de las personas a quienes se les ofreció el concierto.La velada fué muy cálida pese al frío canijo de la noche, varios artistas subieron a cantar o a declamar poesía, Santiago lo sentí mucho más cálido y sencillo (por lo general es tímido y callado, y sus conciertos son más intensos). Los artistas -por orden de aparición- fueron:
- David Aguilar.La función duró casi 3 horas y media (terminó a las 11 de la noche) y fué una noche excelente. Un par de anécdotas durante el concierto que me tocó observar fueron:
- Gonzalo Céja (cantó una canción de cuna en nahuatl bellísima!).
- Gerardo Patranca, oriundo de Cayucan, Veracrúz, recitando poemas muy padres.
- Santiago Feliú (mi amor!!!).
- Alberto Tosca (Cubano, quien cantó 3 canciones y una más junto con Santiago).
- Iván Soto (otro Cubano radicado en México Cantó 1 canción con Santiago).
- Leonel Soto (su canción "Un pacto con la muerte" me hizo llorar...).
- Nuevamente Santi.
- Las ganancias de la función se donaron a una Asociación que ayuda a niños sordo-mudos, y ahí estuvieron presentes una niña y una adolescente de esa asociación disfrutando del concierto. Casi todas las canciones se las tradujeron en lenguaje de señas.
- Al formarme para entrar al concierto, una pareja se formó después de mi y no pude evitar escuchar su conversación... Era una sorpresa que él le quería a dar a ella (no sabía por qué estaban allí)... Yo me mordía los labios para no comentar nada, y en un momento en que ella fué a comprar agua, le dije al chico que -si bien no los conocía- me alegraba de la bella sorpresa que estaba por darle a su pareja. ¡Qué bonito es el amor!
El domingo, para seguir con las fiestas, después del Tai Chi nos fuimos todos a comer y después a casa de una compañera para hacer una mini-posada, con piñatas y baile. No cantamos letanía, ni cargamos los peregrinos y tampoco pedimos posada, pero ¡qué divertida nos dimos!. Lo malo es que fué en la azotea de la casa y no dentro de ella, por lo que en la noche comencé de nuevo con la espantosa tos por el enfriamiento.
¡Ah! pero yo quería estar con los compañeritos, a quienes no veré sino hasta iniciando enero... Como decía mi mamá: ¡Lo bailado nadie me lo quita!
Ayer lunes no laboramos por ser la fiesta de la Virgen de Guadalupe, así que solo salí a comprar unas cosas y me la pasé guardadita en casa...
Ts... bien dicen que no es lo mismo "Los tres mosqueteros" que "Veinte años después". Arranquemos la última semana de trabajo antes de salir de vacaciones.
Me siento menos grinch que la semana pasada...
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