viernes, 28 de octubre de 2005

Snif...

«Desde que te fuiste, amado mío, ya no
trabajo en el telar. Pensando en tí
soy como la Luna llena: mientras más
anochece, más mengua y pierde brillo.»

Kang Kiuling
(673-740)



Este poema tan lleno de amor lo encontré hace años. Y hoy tengo ánimo de luna menguante.


Una coincidencia: hoy Tareska (Auto Taller de poesía e Intentando narrar la vida en la escuela) me envió un power point sobre un gran amor...

Esta es la historia de El Sol y la Luna.
*

1 comentario:

JOSE CUERVO dijo...

que lindo conjunto de sonidos nocturnos, de impaciencia, de amor, de soledad.

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