viernes, 8 de julio de 2005

Corazón hermoso

Finalmente encontré el dichoso cuento; yo estaba terca en haberlo leído en alguno de los libros de Bucay al no encontrar nada, comencé a buscar entre mis correos por si alguna vez alguien me lo había mandado... y así fué.

Ahora que lo releo nuevamente, hay un par de cosas que ya no me agradaron tanto del cuento por ser condicionantes, pero en su esencia coincido: nuestros corazones están formados por pedacitos de otros corazones.

A veces damos un trozo de nuestro corazón y recibimos otro a cambio; otras veces damos pero no recibimos nada, y también ocurre que nos ofrecen un pedazo de corazón y nosotros no damos del nuestro. Es muy bello cuando hay intercambio de pedazos de nuestros corazones, pero creo que lo importante es que uno da de sí; y más aún: si das, que sea por elección y no por obligación.

Este post es previo a salir de vacaciones. Descansen, recuperen energías, aprendamos un poco más de nosotros mismos y pasen de lo lindo cada momento que vivan. ¡Felices días para todos!


Para Tania, Rocío, Gabriela, Adriana,
Cecy, Ilse, Erika, Jorge Luis, Israel, Eduardo, ...
Para todos los que me han dado
un pedacito de su corazón
y para los que no me dieron del suyo.
¡Muchas gracias!
.


Este es el cuento del

CORAZÓN HERMOSO

Un día, un hombre joven se situó en el centro de su poblado y proclamó que él poseía el corazón mas hermoso de toda la comarca.

Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni magulladuras ni rasguños. Sí, coincidieron todos, sin duda era el corazón mas hermoso que jamás habían visto.

Al verse admirado, el joven se sintió más orgulloso aun y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar. De pronto un anciano se acercó y dijo: "¿Por qué dices eso, si tu corazón no es ni aproximadamente tan hermoso como el mío?"

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor.

Es más, había lugares con huecos donde faltaban trozos profundos. La mirada de la gente se sobrecogió... "¿cómo puede él decir que su corazón es mas hermoso?" pensaron. El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reir.

"Debes estar bromeando", dijo.
"Compara tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."

"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo... Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor.

"Arranqué trozos de mi corazón para entregarselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto.

"Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido.

"Hubo oportunidades en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos -- dar amor es arriesgar--, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza que algún día tal vez regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón.

"Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?."

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrian por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.

El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con el tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.

El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho mas hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.


*

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por tan bello cuento.

Que tengas un excelente fin de semana.

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