Asombrada

Ayer el clima fué por demás extraño; después de casi dos semanas de un sol radiante y atardeceres impactantes, el clima cambió radicalmente y comenzó a hacer muchísimo viento y a llover. Era incómodo, porque comenzaba a sacar la ropa ligera y estaba por iniciar mi temporada de vestidos (actualmente rara vez me llego a poner uno, solo los uso en época de calor).

Como fuera, sobrevivimos al viento de la tarde y a la lluvia de la noche, y hoy en la mañana... ¡Increíble!.

El cielo de la ciudad estaba prístino, asombrosamente limpio. Desde Taxqueña se alcanzaba a ver la cadena de cerros que rodea este lado con una claridad que no veía desde niña. Poder ver el Ajusco, sus casas, casi a detalle los árboles del bosque... me quitó el aliento.

Y sin más comencé a cantar como toda una cronopio a todo pulmón.

Hoy es un bello día. Hoy me siento tremendamente feliz.

Canción Infantil
(Joan Manuel Serrat)

Y bueno, pues,
un día más
que se va colando
de contrabando.

Y bueno, pues,
adiós a ayer
y cada uno
a lo que hay que hacer.

Tú, enciende el sol.
Tú, tiñe el mar,
y tú, descorre el velo
que oscurece el cielo,
y tú, ve a blanquear
la espuma y la nube,
la nieve y la lana,
y tú, conmigo a cantar la mañana.

Tú, a dibujar
el trigo y la flor.
Tú, haces de viento,
dales movimiento
y tú les das color.
Tú, amasa los montes.
Tú, al pozo a baldear
y tú, conmigo y el gallo a cantar...

Que hay que empezar
un día más.
Tire pa'lante
que empujan atrás.

Y póngase el calcetín, paloma mía,
y véngase a cocinar el nuevo día.
Todo esta listo, el agua, el sol y el barro,
pero si falta usted no habrá milagro.

Si le falta usted
a un mundo enfermo y con canas,
quién va a hacerle la cama
y quién le peinará la frente
y quién le lavará la cara.
Si falta su risa
para echarlo a andar.
Venga conmigo y el gallo a cantar.

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