Todo cambio es bueno -a pesar de que por momentos seamos reticentes al cambio- porque significa que seguimos evolucionando, aunque a veces parece todo lo contrario.
Hace no mucho estaba yo en este proceso de aceptar un cambio; no quería hacerlo, me negaba por completo a dejar la comodidad y certeza de lo que me era conocido, aferrándome a él todo lo posible, pero en mi interior sabía que era un paso necesario. Cambiar y seguir o no cambiar y estancarse con la posibilidad de quedar incomunicada...
Y cuando los cambios vienen, es más fácil aceptarlos cuando se está acompañado, cuando sientes el apoyo de alguien cercano, una mano afectuosa, la mirada alentándote a seguir adelante. Así fué como di tan importante cambio, acompañada. Hoy me decidí: hoy voy a cambiar (así decía Lupita D'alessio).
Pd 1. Gracias, bello delfín, por tu paciencia ante mis indecisiones de si cambiaba o no mi celular, y por acompañarme a elegir el nuevo modelo.
Pd 2. Motorolita!!! Te voy a extrañar... Fuiste fiel compañero por dos-tres años y soportaste duras pruebas y duros golpes, pero ya es tiempo de jubilarte. Adiós, adiós...
Pd 3. Si, creo que soy muy rollera... ¿no se nota? ;-P
No hay comentarios.:
Publicar un comentario